23 Sep En quién se inspira Som Alimentació
1973, Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos. Un grupo de personas preocupadas por una alimentación cada vez más industrializada y en manos de grandes corporaciones, decide crear una cooperativa alimentaria en el corazón de la metrópolis mundial.
Querían comprar de manera asequible alimentos producidos en las granjas de los alrededores, frescos, de buena calidad y en su mayoría orgánicos, o como aquí llamamos, ecológicos. Querían además pagar un precio justo a sus proveedores, pues sabían que estaban desapareciendo pequeñas granjas por culpa de los bajos precios que ofrecían las grandes cadenas de distribución.
Hoy, este bonito proyecto tiene más de 17.000 miembros, se llama Park Slope Food y es una de las primeras y más grandes ‘food coops’ americanas. Su objetivo es proveer a sus miembros de productos de alimentación, cosmética, cuidado personal y limpieza, a precios justos para quien los consume y para quien los produce. No tienen clientes, tienen socios y socias que se adhieren para que la propia cooperativa les proporcione lo que necesitan. Se trata, por tanto, de un cambio de sistema donde el objetivo es el bienestar colectivo, no los beneficios empresariales.
Su modelo de funcionamiento se basa en la colaboración. Cada miembro debe hacer 4 horas mensuales de voluntariado, desde atender la caja hasta reponer productos. De esta manera puede acceder a precios más bajos que en otros establecimientos.
Además del voluntariado, tienen un equipo de personas trabajadoras que gestionan administrativamente la cooperativa, pero las decisiones más importantes las toman en conjunto. Todo un ejemplo que demuestra que se puede comer mejor buscando el bienestar colectivo por encima de otros intereses.
«En Park Slope Food cada miembro debe hacer 4 horas mensuales de voluntariado. De esta manera puede acceder a precios más bajos que en otros establecimientos»
Park Slope Food ha inspirado a otras muchas iniciativas en aquel país que ahora forman una gran red, y también ha traspasado fronteras. En 2016, en Francia se proyectó en diversas salas de cine el documental “Food Coop Le Film”, que vieron más de veinte mil personas. Hoy ya hay más de 23 proyectos de supermercados cooperativos y colaborativos en el país y en Bélgica. Funcionan, en su origen, de la misma manera que en Brooklyn.
En España hay, que sepamos, al menos 10 o 12 cooperativas y asociaciones de consumo que comparten esta filosofía (aquí puedes ver algunos ejemplos). Biotremol es una de ellas, tiene 4 tiendas y se encuentra en las provincias de Alicante y Murcia.
Cuando nos reunimos hace un año un grupo de 7 personas para hablar de la posibilidad de crear una cooperativa de consumo en Valencia, ya habíamos contactado con Biotremol, y desde entonces nos están ayudando en esta aventura aportándonos información y dándonos consejos valiosos. Podemos decir que parte de nuestro modelo se inspira directamente en este proyecto hermano.
«Biotremol es una cooperativa de consumo en Alicante y Murcia que tiene 4 tiendas. Nos ayudan en esta aventura»
También estuvimos y continuamos revisando el modelo de otras cooperativas como La Ortiga en Sevilla, Ecogermen en Valladolid, La Louve en París o L’Elefan en Grenoble (Francia). Nuestro objetivo es saber cuáles son sus puntos fuertes, y tomar nota de sus aprendizajes.
Además, por nuestra característica fórmula jurídica (somos una cooperativa de consumo) y por nuestra aspiración de crear un nuevo modelo alimentario en manos de las personas, nos hemos fijado e inspirado en otros proyectos como Som Energía, Som Conexió o Alternacoop (hermana de Som Mobilitat en Valencia). Queremos convertirnos en una cooperativa local con impacto más allá de nuestro territorio, multiplicándonos y replicando el modelo. Aunque para estos planes todavía falta un poco.
En definitiva, no nacemos de la nada. Si aspiramos a ser lo que queremos ser, es porque otros y otras antes lo hicieron posible.
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